Si bien se sabe que el virus Zika en mujeres embarazadas afecta de diversas formas el desarrollo del feto, también se cree que desencadena una afección médica rara y debilitante llamada síndrome de Guillain-Barré (SGB) que daña progresivamente el sistema nervioso. Se ha informado de un aumento repentino en los casos de SGB en partes del mundo ya afectadas por el Zika, lo que fortalece aún más un vínculo sospechoso entre ellos que se originó por primera vez en 2014. Se sabe que el SGB ocurre probablemente unos días después de que un paciente se queja de problemas gastrointestinales o respiratorios. infecciones.
El Zika prevalece en territorios donde prospera el mosquito portador Aedes aegypti. El primer caso de SGB después de una infección por Zika se informó en la Polinesia Francesa durante una epidemia en 2014, cuando tanto el Zika como el dengue tipo 1 y 3 se propagaron simultáneamente. Sin embargo, al ser el primer incidente de SGB inducido por el Zika, no hubo mucha evidencia para establecer el vínculo más allá de toda duda. La evolución genética del virus o la susceptibilidad de la población local parecían una conclusión más lógica. Sin embargo, también se consideró que estar afectado por el dengue y más tarde por el Zika también podría haber sido un factor predisponente para que se desarrollara el SGB en este caso específico.
Vale la pena señalar que durante el brote de Zika/dengue en la Polinesia Francesa, los casos de SGB supuestamente aumentaron 20 veces.
Desde 2014, el Zika ha creado un aleteo en varios países de América del Sur y Central, y también ha extendido su alcance a otras partes del mundo, gracias al regreso de los trotamundos a sus territorios de origen.
A principios de este año, El Salvador también informó de un aumento repentino en el SGB, tres veces el número promedio, que por cierto se superpuso también con un aumento en las infecciones por Zika. Aproximadamente, se registraron más de 3.000 casos de Zika y 46 casos de SGB en un mes.
Las estadísticas revelan que entre abril de 2015 y mayo de 2016 se notificaron 164.237 casos de infecciones por Zika y 1.474 casos de SGB en América del Sur y Central, siendo el SGB en hombres un 28 por ciento más alto que en sus contrapartes femeninas. ¿Son los hombres más propensos al GBS? Aún no lo sabemos.
La evidencia reciente de la conexión Zika-GBS es probablemente la más concluyente hasta el momento. El estudio realizado por un equipo encabezado por Carlos Pardo de John Hopkins, en el que participaron 68 pacientes de seis hospitales de Colombia, ha informado que 66 de ellos sufrieron síntomas de Zika antes de desarrollar SGB. Otros resultados notables incluyen el hecho de que el 40 por ciento de los 42 pacientes examinados para detectar el Zika tenían un virus activo y casi el 50 por ciento de los participantes sintieron síntomas neurológicos dentro de los cuatro días posteriores a experimentar los síntomas del Zika. Seguramente parece que el Zika puede desencadenar el SGB, pero el rápido desarrollo de los síntomas es motivo de preocupación.
Se cree que más estudios podrán establecer sin lugar a dudas la asociación entre el Zika y el SGB.
El Zika ha llegado ahora a América y también a partes de África. Además del daño cerebral que puede causar en el feto humano, parece que el Zika también es capaz de inducir el SGB.
Dado que el GBS es un trastorno neurológico progresivo en el que el propio sistema inmunológico destruye las células nerviosas, puede manifestarse de varias maneras, desde parálisis temporal hasta problemas neuromotores graves, e incluso requiere sistemas de soporte vital para superar los problemas respiratorios. Los casos extremos pueden provocar la pérdida de vidas. Probablemente la buena noticia es que no todas las personas afectadas por el Zika desarrollan GBS. Las transfusiones de plasma e inmunoglobulinas pueden ayudar a contrarrestar el SGB hasta cierto punto.
Si bien actualmente no existe cura para el Zika, se están desarrollando tres nuevas vacunas y se encuentran en diferentes etapas de prueba. Según se informa, estos pueden proteger a los monos del Zika, pero es necesario determinar su eficacia en humanos. La vacuna también debe poder ofrecer protección a largo plazo contra el Zika.
Los investigadores continúan explorando la asociación causal entre el Zika y el SGB en un intento por comprender mejor el mecanismo desencadenante. Mientras tanto, abordar adecuadamente la amenaza de los mosquitos puede ayudar a minimizar la posibilidad de contraer Zika.