Es una afección médica muy rara que afecta el sistema inmunológico y los nervios humanos. Un sistema inmunológico sano le ayuda a no enfermarse, pero si su hijo padece esta afección, el sistema inmunológico funciona de manera opuesta, dañando los nervios fuera del cerebro y la médula espinal. Cuando los nervios están sanos, transmiten mensajes de manera eficiente desde el cerebro a varias partes del cuerpo. Pero si sus nervios han sido dañados por el síndrome de Guillain Barré, los mensajes no pueden transmitirse adecuadamente y, en pocas palabras, su cuerpo no funciona.
Cuando los niños se ven afectados por el síndrome de Guillain Barré, puede resultarles imposible realizar las tareas más simples, como correr, atrapar una pelota, sostener un lápiz y, a veces, incluso respirar. Los adultos y los niños también pueden experimentar una sensación extraña en la piel, simplemente porque los nervios que se encuentran en la superficie de la piel y cerca de ella no funcionan correctamente. Quienes padecen este raro síndrome generalmente pasan algún tiempo en el hospital, pero las tasas de recuperación son muy altas y las posibilidades de volver a la vida normal y a sus actividades son muy favorables.
La profesión médica no está tan segura de qué causa el síndrome de Guillain-barré en adultos o niños, pero tienen algunas teorías. Parece que muchos casos ocurren después de una infección bacteriana o viral, como en aquellos que resultan en diarrea o dolor de garganta. Durante este tipo de infecciones, el cuerpo de un bebé o un adulto ya está trabajando duro para combatir el virus o la infección y el sistema inmunológico podría estar cometiendo un error al atacar las células nerviosas, en lugar del invasor. Sin embargo, se desconoce por qué algunas personas se recuperan normalmente de estas enfermedades y otras, incluidos los niños, desarrollan el síndrome de Guillain-Barré.
Los síntomas incluyen debilidad o sensación de hormigueo en las piernas, que luego se extiende a la parte superior del cuerpo y los brazos. Las personas y los niños que padecen el síndrome de Guillain Barré a menudo se sienten agotados y apenas pueden moverse. La respiración también puede verse afectada.
Hay algunas pruebas que los médicos pueden realizar si sospechan que el síndrome de Guillain Barré es la causa principal de la debilidad y el hormigueo en las piernas de una persona o de un bebé. Pueden realizar una punción lumbar o una de otras dos pruebas que analizan qué tan bien los nervios de una persona envían señales por todo el cuerpo, a las extremidades y de regreso al cerebro.
Generalmente, este síndrome se trata en el hospital, porque tiende a empeorar antes de mejorar. Los pacientes, especialmente los niños y los bebés, deben estar cerca de profesionales y equipos médicos. Algunos incluso pueden permanecer en la unidad de cuidados intensivos de un hospital para asegurarse de recibir atención especial adicional.
Recuperarse de esta afección puede ser un proceso largo y agotador, incluso cuando al paciente se le permite irse a casa. Es posible que necesiten un andador o una silla de ruedas hasta que recuperen fuerzas y caminar ya no sea un problema.
La fisioterapia se utiliza para ayudar a una persona a moverse y fortalecerse. Los niños y bebés que se recuperan del síndrome de Guillain-Barré a veces pueden sentirse enojados, tristes y, a menudo, frustrados. Esta es la razón por la que un consejero o terapeuta suele colaborar estrechamente con la familia.