El síndrome de Guillain-Barré es una afección poco común, pero potencialmente mortal, que puede afectar la función cardíaca, la respiración, el habla y la movilidad. En las primeras etapas de esta afección, los pacientes requieren tratamiento en una unidad de alta dependencia y, por lo general, se necesita más apoyo durante el período de recuperación, que a veces puede durar toda la vida.
Entonces, ¿qué es exactamente el síndrome de Guillain-Barré y cuál es la esperanza de vida de quienes lo contraen?
El síndrome de Guillain-Barré generalmente ocurre después de una infección como un virus estomacal, influenza o, más recientemente, el virus Zika. Los síntomas generalmente aparecen en un par de semanas, aunque en ocasiones pueden ser mucho más rápidos, pero debido a sus implicaciones potencialmente mortales, es esencial buscar intervención médica rápidamente.
Después de la infección inicial, los pacientes comienzan a experimentar problemas en los pies, como entumecimiento u hormigueo. Con el tiempo, esto se extiende hacia arriba por todo el cuerpo.
Los síntomas incluyen:
La fase aguda (es decir, a medida que se desarrollan estos síntomas) suele durar alrededor de cuatro semanas y el paciente necesitará apoyo médico importante, especialmente cuando el corazón y los pulmones se vean afectados. Es durante esta fase cuando se producen la mayoría de las muertes por el síndrome de Guillain-Barré:** alrededor de tres a siete pacientes de cada 100 morirán.
Existen varias variantes del síndrome de Guillain-Barré, pero la más rara y mortal es la neuropatía panautonómica aguda, que causa encefalopatía (afecta la función cerebral) y arritmias cardíacas (latidos cardíacos anormales).
El tratamiento del síndrome de Guillain-Barré implica brindar apoyo directo al paciente, como asistencia respiratoria o una traqueotomía, una vez que los pulmones se ven afectados.
También es necesario un tratamiento para combatir la infección. Los tratamientos sanguíneos, como el intercambio de plasma para reducir la cantidad de anticuerpos, son fundamentales. Cuanto antes se aborde la infección, menos probable será que la afección se propague a órganos esenciales como el corazón, los pulmones o el cerebro, por lo que la esperanza de vida durante esta fase aguda depende de un diagnóstico y tratamiento oportunos.
La fase de recuperación generalmente dura sólo unas pocas semanas, pero puede durar muchos meses o incluso años. Durante este período, los pacientes pueden necesitar tratamientos adicionales, como terapia ocupacional, fisioterapia, logopedia, etc., para recuperar las funciones corporales y la fuerza. En algunos casos, sólo se logra una recuperación limitada. Por ejemplo, algunas personas siguen teniendo problemas de movilidad y necesitan utilizar una silla de ruedas.
La mayoría de las muertes por síndrome de Guillain-Barré ocurren durante la fase aguda y, a pesar de los avances en el diagnóstico y los tratamientos rápidos, la tasa de mortalidad en Europa y América del Norte se mantiene obstinadamente en alrededor del 3%.
Algunas formas del síndrome de Guillain-Barré son menos graves. Los síntomas durante las etapas iniciales no son tan agudos y los pacientes tienden a recuperarse rápidamente. Por tanto, la esperanza de vida durante las primeras etapas depende en parte de la forma de la enfermedad.
El diagnóstico temprano también marca la diferencia, ya que puede ayudar a prevenir la propagación de la parálisis, de modo que las funciones vitales críticas no se vean afectadas o el impacto sea menos severo.
Una vez que el paciente ha llegado a la fase de recuperación, el panorama es mucho más prometedor. Alrededor del 90% de los pacientes se recuperan en cuatro semanas y la mayoría se recupera por completo. Aunque la afección puede reaparecer, esto no parece tener un impacto en las tasas de mortalidad generales.
Para quienes tienen algún grado de incapacidad, la esperanza de vida sólo se reduce si esta incapacidad afecta aspectos como la función cardíaca y pulmonar.
Las investigaciones muestran que los pacientes con mayor riesgo de sufrir y morir prematuramente por el síndrome de Guillain-Barré son:
Si bien el síndrome de Guillain-Barré puede poner en peligro la vida en la fase aguda, las perspectivas de esperanza de vida pueden mejorar significativamente mediante un diagnóstico temprano, un tratamiento oportuno y un seguimiento eficaz. Los pacientes en fase de recuperación sólo tienen una esperanza de vida reducida en circunstancias muy concretas.